septiembre 30, 2011

Metropolitan Railway, Bogotá. Parte 1

Es una extraordinaria coincidencia que el día de creación de este Blog los gobiernos nacional y distrital anuncien, por n-ésima vez en la historia de Bogotá, que por fin se construirá el Metro. Gran despliegue en el principal diario de la ciudad para ilustrar lo que supuestamente todos ya sabíamos "Bogotá necesita Metro" (http://www.bogotapositiva.gov.co/images/ElMetrodeBogota.pdf), pero vamos a hacer una pausa en esta emocionante cadena de anuncios de lo que ya estaba anunciado.

Los datos que se presentan a la luz publica son el resultado del juicioso estudio de una de las más prestigiosas firmas consultoras en temas de transporte: Steer Davies Gleave (SDG). Aparentemente los resultados del más reciente estudio de demanda de la primera línea del Metro de Bogotá permitirían concluir que la capital de la República no sólo necesita Metro, sino que le urge tenerlo operando cuanto antes, la principal razón es que el sistema de transporte masivo que opera actualmente no tendría la capacidad de suplir la creciente demanda de viajes en las horas pico de un día laboral.

A la luz de esta evidencia es claro que los bogotanos deberían contar con metro antes del 2018 y así "todos y todas" podríamos ir del sur al centro, del norte al centro y de sur a norte en un maravilloso y moderno paseo sobre rieles. "Todos y todas", como dice la alcaldesa? o tal vez no "todos y todas"? La cuestión surge en consecuencia de uno de los numeroso elementos del sistema metro que se desconocen, y es el cual realmente determina si un bogotano usa o no el subterráneo, nada más y nada menos que LA TARIFA. Para los que conocen del tema: en términos de accesibilidad, sobre todo de los sectores de la población con menores ingresos, el costo monetario fuera del bolsillo que le representa a determinado individuo utilizar un sistema de transporte determinará en gran medida su decisión de usarlo o no. Los autores de éste Blog están seguros de que los profesionales de SDG lo saben mejor que nadie, y muy probablemente incluyeron este elemento en el modelo que finalmente les daría respuesta a la cuestión de la necesidad del Metro. Sería muy bueno para los ciudadanos saber cual sería el precio de un tiquete de Metro, de pronto esto nos bajaría un poco el entusiasmo con el que acojemos la idea de hacer tan costoso sistema de transporte y tal vez en consecuencia las predicciones de demanda no sean tan favorables para el metro como se espera.

Otro punto que agobia a los escépticos del Metro es el total desconocimiento de la futura estructura urbana de Bogotá; Dónde se ubicarán los nuevos habitantes? los nuevos empleos? las nuevas industrias? La debilidad institucional del gobierno local se ha visto reflejada en el crecimiento orgánico de las fronteras del casco urbano, además de la localización indiscriminada de actividades a lo largo y ancho del distrito capital. Esperamos que una vez sean públicos los últimos estudios podamos esclarecer todos los supuestos, y cuales fueron los escenarios en los cuales se evaluó la viabilidad del metro, igualmente éstos deberían ser mostrados con los bombos y platillos que se muestran los resultados.

Recibimos con entusiasmo la idea de que Bogotá cuente con un sistema de transporte de mayor capacidad, nos emociona mucho más que los estudios hayan sido revisados y que los gobiernos distrital y nacional estén tan comprometidos con la implementación del proyecto. Pero advertimos que la información que nos han dado en los medios no es suficiente para declarar regocijo distrital por la construcción del Metro, además falta revisar un poco la idea que se le ha vendido a la ciudadanía acerca de las cualidades y ventajas de usar el sistemas Metro (pero ese tema lo discutiremos en otra ocasión).

En próximas publicaciones, escudriñaremos diferentes detalles de las implicaciones del Metro para Bogotá, también presentaremos oficialmente el Blog; el qué, cómo, por qué y para qué de éste.

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